
Las declaraciones de Dick Cheney no tienen desperdicio. Reconoce interrogatorios "no muy legales", defiende el mantenimiento de una cárcel en un territorio fuera de la ley, y afirma con un rotundo "si lo es" que la simulación del ahogamiento a un preso es correcta (por cierto, esta técnica ya la practicaba la Inquisición -¡lo que no enseña 2.000 años de experiencia, no lo enseña nadie!).
Y nos preguntamos, al igual que miles de ciudadanos españoles: ¿esto no es apología del terrorismo de estado?
Y añadimos, que de nuevo se tendrán que lavar las manos, después de estrechárzela, nuestro Ministro de Exteriores, o el de Defensa, o el de Interior, o Zapatero, o...
¿Algunas palabras de condena por parte del Gobierno Español? O al igual que con los vuelos de la CIA mirarán para otro lado.
CLO
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