lunes, 6 de octubre de 2008

Hablemos de dineros

Hablemos de los dineros, de los nuestros…porque no hay otros. Esta verdad de Perogrullo se olvida fácilmente. No voy a entrar en dar muchos números pero si conviene señalar dos realidades: 1) los gastos del Estado se realizan porque (primero) le entran los impuestos que pagamos todos (especialmente las retenciones en nómina de los trabajadores), y 2) los bancos lo único que hacen es gestionar el dinero de su clientes que lo depositan en sus cuentas.

Si, ya lo sé, no es tan sencillo; pero básicamente es así como funciona la cosa, esa cosa que llamamos sistema financiero. Este sistema al que hoy tenemos que salvar para evitar la bancarrota de la economía global.

(Viñeta de Manel que refleja fielmente los acuerdos entre políticos y banqueros)

La nueva mentira es llamar a las cosas de forma distintas de cómo son en realidad (el lenguaje, tonto, es el lenguaje). Cuando esos líderes (de que o de quién) deciden salvar unos Bancos en quiebra, lo que están haciendo es intentar arreglar el desaguisado organizado por unos directivos especuladores (con unos dineros que no son suyos). ¿Y a ellos, les pasará algo?

Un dato para refrescar la olvidadiza memoria: 28 de diciembre de 1993, el Banco de España interviene Banesto y el Fondo de Garantía de Depósitos desembolsa 1.167 millones de € para sanearlo suficientemente y sacarlo a subasta, la cuál que se adjudicó el Santander, del Sr. Botín, por ¡¡1.858!! millones de €. Decía El País del 27-3-1994: “[…]que se elimine esa fundada sensación, ampliamente extendida entre los ciudadanos, de que los errores y las actuaciones ilegales de los banqueros siempre acaba pagandolos el erario público; es decir, el contribuyente.” ¿Y qué le pasó al Sr Conde? Pues que fue a la cárcel por haber defraudado ¡¡¡41,5 millones de €!!! Sí, sí, solamente 41 millones de euros. Esta es la cantidad que se repartieron los consejeros de Martinsa-Fadesa, dos meses antes de la quiebra.

Y ahora estamos hablando de miles de millones de euros, que seguro nadie va pagar,…bueno si, nosotros.

Y los Bancos están de nuevo invirtiendo en el ladrillo. Están (re)comprando inmuebles o solares por precios irrisorios (las Inmobiliarias necesitan sacar dinero para pagar deudas). Y argumentan: “[…] cada vez está más extendida la práctica de comprar suelo o inmuebles en vez de dar un préstamo. Si un empresario viene pidiendo 20 millones de euros y no se los podemos dar, siempre que sea de confianza, podemos comprarle un solar bueno a precio razonable y olvidarnos del crédito. Yo lo prefiero.”

Solamente el Santander lleva invertidos en los primeros 6 meses, 1.200 millones de € en esta política, y el Banesto (su filial) algo más de 500 millones de €.

En fin, que todo se puede cambiar para que nada cambie. La única solución es cambiar el modelo económico actual; hay que priorizar otro sistema industrial, respetuoso con el medio ambiente, generador de tejido social, con la participación social en los medios de producción.


LUQ

1 comentario:

Anónimo dijo...

La cuestión es que en estas crisis se reorganiza el sistema y los monopolios se hacen más grandes, a costa de los más pequeños que desaparecen.
Y los trabajadores soportando a un sistema que privatiza los beneficios y socializa las pérdidas.
Carlos P.